DOS MODELOS DE ESTADO DESTRUIRAN AL PAIS
Un modelo indígena comunitario con otro occidental liberal está a momentos enfrentados y a veces sobrepuestos en el proyecto de la nueva Constitución, esto podría paralizar al país.
Un modelo indígena-comunitario, que puede decirse es transversal a todo el documento, y que expresa la tendencia del partido gobernante. Y, por otro, un modelo occidental-liberal, fuente de inspiración del texto constitucional vigente.
Esta coexistencia de modelos, empero, no debiera representar mayor problema si ambos fueran complementarios, lo que en los hechos no sucede. Un ejemplo de ellos son los artículos referidos a la justicia comunitaria y la justicia formal, o los tipos de autonomía – municipal, indígena, departamental y regional- en que ya hubo escenarios contrapuestos. El resultado de esta sobre posición de modelos es un país paralizado, ya que defensores de uno y el otro intentarán jalar por su lado, en una suerte de guerra de interpretaciones que no conducirán a ninguna parte. Algo como si un automóvil con dos motores: con uno queriendo avanzar y el otro retroceder.
Desde luego, al ser un proyecto impulsado esencialmente por el oficialismo, la tendencia de sobreponer lo indígena-comunitario a lo occidental-liberal se manifiesta en más de un artículo.
BOLIVIA SE DIVIDE EN DOS PARTES
La propuesta de la Nueva Constitución Política del Estado y aprobada por la Asamblea Constituyente es peligrosamente dual.
En la gran mayoría de los artículos que contiene esta propuesta se tiene dos tipos de legislaciones notoriamente marcadas, como se legislara par a dos naciones. Una justicia exclusivamente para los habitantes de las ciudades y otra la comunitaria para el campo, con la que se rompe la igualdad de las personas ante la ley.
Bolivia tendrá dos banderas, en caso de aprobarse la CPE, para estas dos naciones. Las naciones y pueblos indígena originario campesinos tendrán la Wipala y los que no pertenecen a este grupo nuestra bandera nacional la rojo, amarillo y verde.
Los elegidos representantes para cualquier cargo en el Estado Boliviano no solo saldrán del voto universal. Se les da un espacio obligatorio en estas acefalias a los pueblos indígenas, incluso cuando estas no superan el centenar de personas. Esto rompe toda representatividad poblacional, acercándonos al totalitarismo en manos de pocas personas.
Un modelo indígena comunitario con otro occidental liberal está a momentos enfrentados y a veces sobrepuestos en el proyecto de la nueva Constitución, esto podría paralizar al país.
Un modelo indígena-comunitario, que puede decirse es transversal a todo el documento, y que expresa la tendencia del partido gobernante. Y, por otro, un modelo occidental-liberal, fuente de inspiración del texto constitucional vigente.
Esta coexistencia de modelos, empero, no debiera representar mayor problema si ambos fueran complementarios, lo que en los hechos no sucede. Un ejemplo de ellos son los artículos referidos a la justicia comunitaria y la justicia formal, o los tipos de autonomía – municipal, indígena, departamental y regional- en que ya hubo escenarios contrapuestos. El resultado de esta sobre posición de modelos es un país paralizado, ya que defensores de uno y el otro intentarán jalar por su lado, en una suerte de guerra de interpretaciones que no conducirán a ninguna parte. Algo como si un automóvil con dos motores: con uno queriendo avanzar y el otro retroceder.
Desde luego, al ser un proyecto impulsado esencialmente por el oficialismo, la tendencia de sobreponer lo indígena-comunitario a lo occidental-liberal se manifiesta en más de un artículo.
BOLIVIA SE DIVIDE EN DOS PARTES
La propuesta de la Nueva Constitución Política del Estado y aprobada por la Asamblea Constituyente es peligrosamente dual.
En la gran mayoría de los artículos que contiene esta propuesta se tiene dos tipos de legislaciones notoriamente marcadas, como se legislara par a dos naciones. Una justicia exclusivamente para los habitantes de las ciudades y otra la comunitaria para el campo, con la que se rompe la igualdad de las personas ante la ley.
Bolivia tendrá dos banderas, en caso de aprobarse la CPE, para estas dos naciones. Las naciones y pueblos indígena originario campesinos tendrán la Wipala y los que no pertenecen a este grupo nuestra bandera nacional la rojo, amarillo y verde.
Los elegidos representantes para cualquier cargo en el Estado Boliviano no solo saldrán del voto universal. Se les da un espacio obligatorio en estas acefalias a los pueblos indígenas, incluso cuando estas no superan el centenar de personas. Esto rompe toda representatividad poblacional, acercándonos al totalitarismo en manos de pocas personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario